Estudios Protagonistas

Futuros accionistas: Comprometidos y Motivados

El acceso a la información, una clara política de dividendos y una relación “de adultos” son las grandes necesidades de los futuros accionistas.

En muchas empresas, la mayoría de los accionistas no trabaja en la Empresa Familiar ni son miembros del consejo de administración. De ahí la importancia de mantenerse unidos y con una visión compartida que sirvan de base para el funcionamiento exitoso de la empresa.

A continuación compartimos cuatro grandes preocupaciones más frecuentes entre los jóvenes representantes de familias empresarias en estadios generacionales avanzados.

  1. El valor de la información

fef-_-web-banner-335x280px-modificadoEs muy importante que los accionistas estén informados sobre la marcha de la empresa, sus proyectos, planes estratégicos e incidencias. La  información tiene que ser de amplio alcance y de manera permanente. Y al contrario de lo que sucede en muchas organizaciones, el desafío es lograr que esté “bien visto” que un accionista se preocupe y quiera saber, que formule preguntas y ponga en cuestionamiento aspectos que le parezcan importantes. Para alcanzar esta meta debe haber unos canales y foros de comunicación establecidos que el accionista debe respetar.

La información también es un factor especialmente relevante en tiempos de dificultades y malos resultados: el accionista tiene que conocer por qué causas, y cómo se ha llegado a una mala situación para poder entenderlo sin crear nuevos conflictos.

  1. Una política de dividendo

La empresa debe repartir una cantidad apropiada de dividendos. El accionista tiene derecho a ser retribuido por el capital que tiene invertido en la empresa. Para muchos de estos jóvenes, no existe nada más frustrante que ser un “rico virtual”: accionista de una Empresa Familiar que no reparte ningún tipo de dividendo o lo hace de forma irregular e impredecible, sin una política establecida y a medio plazo.

  1. Una salida para quien no quiera estar

Los futuros empresarios también coinciden en que el accionista familiar debe estar en la Empresa Familiar por voluntad propia y no por obligación. En este sentido los miembros del grupo se mostraron contrarios a los pactos que penalizan la venta de acciones de la Empresa Familiar ofreciendo un precio muy inferior al de mercado, o a aquellas situaciones que dificultan la salida del accionariado y mantienen al inversor familiar cautivo.

  1. Relaciones adultas

Sin duda, éste fue el punto más controvertido de la jornada. Muchos apoyaron la creación de un eslogan con el que llamar la atención del grupo de “los mayores”: “Juntos en una relación de adultos”. Efectivamente, una de las quejas más compartidas por parte de los miembros de la próxima generación (con edades entre los 18 y los 35 años) es que sus padres, tíos y familiares de la generación anterior les siguen tratando como a niños aun cuando muchos de ellos son adultos, con responsabilidades profesionales, familiares y sociales de primera magnitud.

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