Los gobiernos de los diferentes países deben comprender que, si bien uno de los objetivos fundamentales de todo propietario de una empresa familiar es mantener el negocio en la familia y transmitirlo a la siguiente generación, el nivel de la carga fiscal derivado de dicha transmisión puede tener un papel significativo a la hora de que el propietario decida sobre el futuro de su negocio.
Así lo sostiene el informe Global Family Business Tax Monitor que ha elaborado la consultora KPMG. Según el documento, a pesar de que los regímenes fiscales difieren en cada país, en general existe un interés de los legisladores por asegurar la permanencia de las empresas familiares.
El informe refleja la tendencia en una buena parte de países donde se fomenta y apoya la inversión y el crecimiento de las empresas familiares y aplica tipos fiscales reducidos o elevadas deducciones y exenciones a las transmisiones de estas compañías a la siguiente generación.
El informe destaca que en aquellos lugares en los que los tipos impositivos son más altos, lo normal es que existan deducciones o fórmulas para aplazar el pago de los impuestos. En concreto, los datos revelan que mientras algunas economías no imponen cargas fiscales en las sucesiones de las empresas familiares, otras aplican tributos de más de 4,5 millones de euros.
En el caso de una donación, las diferencias oscilan entre la exención total e impuestos de más de 5 millones. Todos estos análisis se han hecho sobre un mismo supuesto, de una empresa familiar valorada en 10 millones de euros.
El documento asegura que cuando se trata de una herencia y en el supuesto de una empresa familiar valorada en 10 millones de euros, en 25 de los 42 países analizados se aplica un impuesto inferior a un millón de euros. Además, en 14 de ellos no existe carga fiscal. Por su parte, cuando se analiza una donación, son 21 los países donde se aplica un impuesto inferior a un millón de euros y 10 aquellos en los que no existe carga fiscal.
Los responsables políticos deberían tener en cuenta todos esos aspectos cuando intentan equilibrar los intereses del Gobierno en obtener ingresos a partir de la economía con la necesidad de fomentar el espíritu emprendedor, apela el texto del informe.
Fuente: El Economista